Había nacido para ser feliz. Durante mi juventud nunca me había afligido la tristeza, y si en algún momento me sentía abatido, contemplar las maravillas de la naturaleza o estudiar lo que de sublime y excelente ha hecho el hombre siempre conseguía interesarme y animarme.
Para el vasallo afligido viene a ser lo mismo que el gobierno se equivoque por malicia que por ignorancia
No hay hombre más desdichado que el que nunca probó la adversidad.
Mas cuenta tiene con Dios el desdichado que el feliz.