Los grandes son como el fuego, al que conviene no acercarse mucho ni alejarse de él.
La única derrota es alejarse de Cristo
Lo que no se puede evitar hay que llevarlo con paciencia
El amor tiende a llegar cada vez más lejos. Pero tiene un límite. Cuando ese límite se sobrepasa, el amor se vuelve odio. Para evitar ese cambio, el amor debe hacerse diferente.