Toda acción se realiza con vistas a un fin, y parece natural suponer que las reglas de una acción deban tomar todo su carácter y color del fin al cual se subordinan. Cuando perseguimos un propósito, parece que un conocimiento claro y preciso del propósito sería lo primeramente necesario, en vez de lo último que hubiera de esperarse.
Pero lo vi... Mi espíritu sin calma era ya de tu espíritu un reflejo... Toda mi alma se espació en tu alma, y en ella viose como en claro espejo.
Ante la exquisitez del idioma francés, es comprensible la atracción que ejerce la palabra merde.
Lo más incomparable acerca del mundo es que es comprensible