El gobierno tiene el sagrado deber de dirigirse a la Nación, y hacer escuchar en ella la voz de sus más caros derechos e intereses
Esclavizadas de la manera más vergonzante durante siglos por la Iglesia, las ciencias naturales han levantado la cabeza y, conscientes de su sagrado derecho, de su divina misión, han propinado golpes llenos de odio a su antigua torturadora.