Cuanto más deis, mayor será vuestro gozo. La tacañería sofoca la dicha; la liberalidad la intensifica
Los jóvenes van a la guerra. Unas veces porque tienen que ir, otras veces porque quieren. Siempre creen que todos esperan que vayan. Eso tiene su origen en las tristes, en las complicadas historias de la vida, que durante los siglos han considerado que el valor está asociado con coger las armas, y la cobardía con dejarlas a un lado.
(..) Apelando a la prudencia según ese libro de la cobardía cuyo autor se llama sentido común.
Por mirar la pequeñez de un gusano podemos perder la grandeza de un eclipse.
Entonces la persona habrá conseguido un sentimiento de su propia pequeñez e insignificancia ante la grandeza del universo y de los propósitos de Dios respecto a éste... Reconocerá que hay propósitos que oscilan en arcos mucho mayores que su diminuto orbe, y procurará ponerse en armonía con ellos. Sin entregarse al sentimentalismo, se dará cuenta de que depende de Dios.
El Maestro dice: El pródigo es arrogante y el avaro es mezquino. Es preferible la mezquindad a la arrogancia
Calificando la política republicana de izquierdas: política tabernaria, incompetente, de amigachos, de codicia y botín, sin ninguna idea alta; en sus diarios, una y otra vez, trata a los políticos que le rodean de obtusos, loquinarios, botarates, gente impresionable, ligera, sentimental y de poca chaveta, insufrible por su inepcia, injusticia, mezquindad o tontería.
Ahora estoy convencido de que el método más sencillo resultará ser el más efectivo - la solución a la pobreza es a abolirla directamente por una medida ampliamente discutida: los ingresos garantizados. Where We Are Going, en Where Do We Go From Here: Chaos or Community (1967).
La pobreza es como vivir en la cárcel, vivir esclavizado esperando ser libre.