Su contemplación le despertó numerosos recuerdos, pero la dulzura melancólica de aquel rostro calmó sus emociones.
A un buen hombre sentado a comer a la mesa, ninguna cosa debe venir a molestarle.
El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.
Arriba España, pero yo aquí quieto en la cabaña.
La música me transporta a un mundo en donde el dolor sigue existiendo, pero se ensancha, se serena, se hace a la vez más quieto y más profundo, como un torrente que se transforma en lago