Gertrude Stein fue magistral en hacer que nada pase muy lentamente.
Sacar de un drama la ternura y la risa es lo más hermoso de esta profesión. Y ternura la tenemos todos, ¿eh?, hasta Al Capone
Las pajas del pesebre niño de Belén hoy son flores y rosas, mañana serán hiel. Lloráis entre pajas, del frío que tenéis, hermoso niño mío, y del calor también. Dormid, Cordero santo; mi vida, no lloréis; que si os escucha el lobo, vendrá por vos, mi bien
El día en el que el hombre se dé cuenta de sus profundas equivocaciones, se habrá acabado el progreso de la ciencia.
Un trasiego de tópicos, de alegre trapicheo con palabras vacías de sentido, de chatarra retórica sin hueso argumental ha acabado por vetar los debates sobre los problemas de los ciudadanos, los de ahora y los que han de llegar. Esa vaguedad no guarda ninguna relación con la inevitable abstracción de los principios, de los ideales.