No hay humillación ni deshonra en el reconocimiento de la superioridad de un adversario
El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe.
Os dieron a elegir entre el deshonor o la guerra, elegisteis el deshonor y tendreis la guerra
No es deshonor no alcanzar una cosa, sino cesar de poner los medios.