La independencia en los países de América Latina fue un gran fraude del que fueron víctimas las clases más desfavorecidas.
Antes, el Ángel de la independencia era lo primero que se veía parado contra el cielo, a ras del aire, donde empiezan las nubes. Era el sueño más acariciado de los niños de provincia en sus tardes de calma cosquilleante.