El hombre ha de acertar siempre. La vida no es muy larga y raras veces da dos oportunidades parecidas a la misma persona. Todo lo que hacemos desde la mañana a la noche ha de ser acertado
El Cristianismo, no sólo es capaz de inferir las verdades lógicas, sino qué, cuando sobreviene el absurdo, sabe acertar -digámoslo así- las verdades ilógicas.