Atención a no errar una, más que acertar ciento
El Cristianismo, no sólo es capaz de inferir las verdades lógicas, sino qué, cuando sobreviene el absurdo, sabe acertar -digámoslo así- las verdades ilógicas.
Todo hombre está obligado a honrar con su conducta privada, tanto como con la pública, a su patria.
No honres con tu odio a quien no podrías honrar con tu amor.