Me siento más libre y no le tengo miedo a mis sueños. Siempre he creído que en la vida tienes que trabajar en lo que te haga feliz, antes de pensar en complacer a los demás.
La música es un amante dócil y obediente que se somete a todos los caprichos, como la odalisca que para complacer a su señor le ciñe el cuello con el collar divino de sus brazos, o guarda reposa en actitud discreta refrescando la atmósfera con su abanico.
Porque no mucho saber harta y satisface al ánima, mas el sentir y gustar de las cosas internamente
El hombre experimenta una instintiva gratitud hacia la mujer que, sacrificando un poco de su pudor, demuestra querer gustar a uno solo, desafiando la malignidad de los demás; pero no puede sufrir que después esta mujer ofenda a otra que demuestra sentir por él cierta simpatía.