El niño ve lo que somos a través de lo que queremos ser; de ahí viene su reputación de fisonomista.
La buena reputación es conveniente dejarla caer a los pies de la cama. Hoy tienes una ocasión de demostrar que eres una mujer además de una dama.
Frívola con arte y graciosa cual una muñeca, sin sensibilidad, su existencia entera la consagraba a mantener el prestigio de estar de moda, deslumbrando por el gusto artístico y exótico de sus vestidos.
El que seduce a un juez con el prestigio de su elocuencia, me parece más culpable que el que lo corrompe con dinero.