La medianoche se afeita el hombro izquierdo sobre el hombro derecho crece el pasto pestilente y rico en aglomeraciones de minúsculos carneros vaticinadores y de vitaminas pintadas de árboles de fresca sombrilla con caireles y rulos.
Así era Venecia, la bella insinuante y sospechosa; ciudad encantada de un lado, y trampa para los extranjeros de otro, en cuyo aire pestilente brilló un día, como pompa y molicie, el arte, y que a los músicos prestaba sones que adormecían y enervaban.
Ésa Constitución falangista que quiere Arrese aunque desfastizada es dañina (...) por su acento social y perjudicial por su anticapitalismo contra el 'sistema' (...) Sin embargo nos es atrayente por su contenido antiliberal y su esencia nacional de la patria así como su moderación en lo referente al Partido único que ha prometido sacrificar en pos del interés y del ideal de España.
La amistad es siempre provechosa, pero el amor algunas veces es perjudicial