El autentico borracho se complace en sumergirse poco a poco en el entorpecimiento
No hay auténtico genio sin paciencia.
La primera y más elevada ambición que pueda tener un hombre es la de cumplir con su deber y la de gobernar su alma, que es su verdadero reino
Si consideramos la vida física por un lado y la mental por el otro, rompemos el ciclo de relaciones y las acciones del hombre quedan separadas del cerebro. El verdadero fin del movimiento no es favorecer una mejor respiración o nutrición, sino servir a toda la vida y a la economía espiritual y universal del mundo.