No preocuparse en absoluto de lo que la gente opina de uno mismo, no sólo es arrogancia, sino también desvergüenza
La insolencia es el escudo de la desvergüenza y la fortaleza de la cobardía
En la vida como en la literatura, el valor está muy relacionado con lo idiosincrático, con los excesos por los cuales se pone en marcha el sentido.
A menudo, el dinero le da opciones, pero no necesariamente añade valor a su vida.