Elige tu esquina, ponte a recoger con cuidado, intensamente y al máximo de tu capacidad y de esa manera podrás cambiar el mundo.
Todos los días antes de la cena y antes de ir a los servicios de los domingos, mi abuela leía la Biblia para mí, y mi abuelo oraba. Incluso teníamos devocionales antes de ir a recoger algodón en los campos. La oración y la Biblia, se convirtieron en una parte de mis pensamientos cotidianos y creencias. Aprendí a poner mi confianza en Dios y a buscarlo con toda mi fuerza
Nueva York no tiene una tradición, no tiene una historia; no puede haber historia donde no existen recuerdos a los cuales aferrarse, porque la misma ciudad está en constante cambio, en constante construcción y derrumbe, para levantar nuevos edificios
La mayor nobleza de los hombres es la de levantar su obra en medio de la devastación, sosteniéndola infatigablemente, a medio camino entre el desgarro y la belleza. (Antes del fin, 1999).
Esta vida da pocas explicaciones. Por eso necesitamos algo a lo que agarrarnos por encima de nosotros. Hay que creer en Dios para levantarse cada mañana.
Valor es lo que se necesita para levantarse y hablar; pero también es lo que se requiere para sentarse y escuchar.