Aunque fueras el peor de los malvados, la nave de la verdad te conducirá sano y salvo a través del mar de las transgresiones.
El viejo y sano principio, conservador y filantrópico, de que aun los más pobres deben tener algo con qué contar, se ha trocado por otro muy distinto: la socialización creciente del uso del ingreso, apoyada en la teoría niveladora del Estado, de que toda ampliación de los servicios sociales para las masas es un hito de progreso.