Si dos mujeres cuchichean y paran bruscamente cuando te acercas... es sin duda que hablan de sexo. !Y si una de ellas es tu mujer, seguro que hablan de ti!
No es raro que el hombre a quien contradicen de una manera insólita e irrazonable bruscamente descrea de su convicción más elemental. Empieza a vislumbrar vagamente que, por extraordinario que parezca, toda la justicia y toda la razón están del otro lado; si hay testigos imparciales, se vuelve a ellos para que de algún modo lo refuercen.