La realidad es un estallido que el arte sabe transformar en armonía.
Pero hubo un estallido en las enseñanzas. Los hombres que sabían todo se deformaron como globos inflados. Reventaron. La vuelta a la especialización. Filósofos haciendo filosofía, críticos crítica, amas de casa tratando de cocina. La poesía para los poetas. Alegría de los que no saben y descubren.
De una confidencia a una indiscreción no hay más distancia que la del odio a la boca.