Ayer amaneció el pueblo desnudo y sin qué ponerse, hambriento y sin qué comer, el día de hoy amanece justamente aborrascado y sangriento justamente
La justicia es el pan del pueblo; siempre está hambriento de ella.
No hay negador que no esté sediento de algún catastrófico sí.
Lo mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido.