No quiero volver a la calle y nunca lograré salir sola de ésta: tengo demasiadas cosas malas dentro, y esas cosas malas nunca las siento cuando tú estás ahí.
A cada rato uno naufraga en lagunas educacionales. Cuando hay que detener un taxi uno piensa por qué diablos no enseñan a silbar desde el primer grado. O a desgrasar ollas, salir de un ascensor atascado, cambiar un caucho o llenar un formulario.