La tristeza de lo irrelevante se antepone a la hermética paciencia del alma.
En la mujer interesante, la belleza es secundaria, irrelevante y así mismo, indeseable. La belleza interesa en los primeros quince días; y muere enseguida, en un insoportable aburrimiento visual. Seria necesario que alguien fuese, de mujer en mujer, anunciando: - Ser linda no interesa. Se interesante!
El público es más inteligente de lo que él mismo cree, pero no hay que decírselo, porque si no se vuelve aún más impertinente de lo que es de por sí.