Ha llegado la hora de retirarse estoy agradecido de todos, tanto de los amigos complacientes como de los enemigos frenéticos, ¡inolvidables personajes sagrados!
Créame que estoy agradecido por los sufrimientos que me deparó la suerte. Es lo que muchos no pueden comprender. Nada contribuyó tanto a hacerme artista, a permitirme imponer mi personalidad, a sustraerla de todos los desvíos capaces de debilitarla...