Lo que él no sabía es que las naciones nunca se apartan de los abismos, porque todavía se aferraba a sus ilusiones y seguía creyendo que una nación corrompida podía volver a ser pía y virtuosa sólo con que el pueblo lo quisiera. (...) La corrupción es irreversible cuando ha llegado a pudrir el alma de una nación.
El sorprendente éxito de la ciencia moderna llevó, por lo tanto, a una transformación irreversible de nuestra relación con la naturaleza. (...) Reveló al hombre una naturaleza muerta y pasiva, una naturaleza que se comporta como un autómata, que una vez programada funciona eternamente siguiendo las reglas escritas en su programa.
El mundo está en una constante conspiración contra el valiente.
Con constante oración y súplica pediremos al Hacedor de todas las cosas, conserve íntegro el número contado de sus escogidos en todo el mundo, por su amado Hijo y Siervo, Jesucristo Para conocerte a Ti, el solo Altísimo en las alturas Tú sólo eres el bienhechor de los espíritus y Dios de toda carne.