¡Quiero escapar indemne del infierno que arde en la trama de tus besos sabios!
Una pequeña nave espacial del tipo Mérida, indemne al parecer, parecía bailar una extraña jiga en el vacío. Una breve inspección realizada por ordenador reveló que la nave se encontraba en buenas condiciones; su ordenador funcionaba, pero el piloto estaba loco.
Donde rompen los amantes para siempre queda el monumento de su despedida. Lo volverán a ver intacto y marmóreo cuantas veces pasen por este sitio.
Vino todo el mundo, la radio y la TV, vino el comisario, los ángeles también. Todos quieren algo, sangre o no sé qué y todo el universo sigue intacto como ayer... Dame tu amor, sólo tu amor.