La liberación de La Fragata dista de ser un logro para enorgullecerse. Nunca debió someterse a la humillación del embargo.
¿Es la democracia, tal como la conocemos, el último logro posible en materia de gobierno? ¿No es posible dar un paso más hacia el reconocimiento y organización de los derechos del hombre?
El éxito siempre fue hijo de la audacia.
Al éxito y al fracaso, esos dos impostores, trátalos siempre con la misma indiferencia.