Mientras el Gobierno socialista regresa a aquella visión, tan derrotista, del trato con los terroristas, el PP está señalando lo que está delante: la posibilidad cierta y demostrada de que nuestra democracia le gane definitivamente la partida a quienes desde hace cuarenta años quieren acabar con ella.
Haré lo que tenga que hacer. Pero el dolor por nuestra separación se hace cada día más profundo aunque tu ausencia se deba solo a un corto viaje y no hayas estado lejos de mí ni siquiera veinte días. Fue un error pensar que tu partida sería solo un dolor momentáneo.