El socialismo y el intervencionismo. Ambos tienen en común el objetivo de subordinar incondicionalmente el individuo al Estado.
El comunista debe ser sincero y franco, leal y activo, poner los intereses de la revolución por encima de su propia vida y subordinar su intereses personales a los de la revolución.
Nuestro objetivo era disciplinar a una sociedad anarquizada. Con respecto al peronismo, salir de una visión populista, demagógica; con relación a la economía, ir a una economía de mercado, liberal. Queríamos también disciplinar al sindicalismo y al capitalismo prebendario