Me gusta pensar que cuando me equivoco no soy completamente yo, sino más bien ese animal no pensante que hay en mí. Así se puede ser más permisivo con uno mismo
Me gusta pensar que cuando me equivoco no soy completamente yo, si no mas bien ese animal no pensante que hay en mi. Asi se puede ser mas permisivo con uno mismo
Ante la obligación de decir también algo sobre mi carácter y mi temperamento, el más indulgente de mis lectores no será ni el menos sincero ni el más falto de ingenio.
Del hablador he aprendido a callar, del intolerante a ser indulgente y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud a esos maestros.