Ninguna cosa tiene su valor real, ni efectivo en sí mismo, sólo tiene el que nosotros le queremos dar; y éste se liga precisamente a la necesidad que tengamos en ella; a los medios de satisfacer esta inclinación; a los deseos de lograrla y a su escasez y abundancia.
Me doy cuenta de que necesito trabajar mucho este año si quiero ir a Inglaterra. Veo verdaderamente, ahora que pienso en ello, que he estado engañándome a mí mismo acerca del trabajo efectivo que he hecho. (1935) (Carta a su padre)