México tiene numerosos problemas que resolver, problemas que se han ido acumulando a través de varias décadas, y a los cuales no ha sido posible hallarles la adecuada solución. El problema fundamental de México, lo he dicho no una sino muchas veces y no es malo repetirlo, el problema fundamental de México es hacerlo.
El mundo entero lleva nuestra impronta personal. Sin embargo, en el mismo momento en que llegamos a comprender que nuestra existencia resulta fundamental para la existencia del universo también nos daremos cuenta, paradójicamente, de que nuestra personalidad depende completamente de la existencia de todo lo demás.