Si no se me convence con testimonios bíblicos, o con razones evidentes, y si no se me persuade con los mismos textos que yo he citado, y si no sujetan mi conciencia a la Palabra de Dios, yo no puedo ni quiero retractar nada, por no ser digno de un cristiano hablar contra su conciencia. Heme aquí; no me es dable hacerlo de otro modo. ¡Que Dios me ayude! ¡Amén!
El corresponsal se preguntaba sinceramente, en nombre del sano juicio, cómo era posible que hubiese gente que considerase divertido remar en un bote. No era una diversión; era un castigo diabólico, y hasta un genio en aberraciones mentales no podría inferir jamás que se tratase de otra cosa que de un horror para los músculos y un crimen contra la espalda.
Quiero agradecer a las personas que han hecho posible que pueda tener el gustazo de quitarme el sombrero ante esta noble afición por esa década que me consintió, perdonó y tal vez me admiró.
Existe más de un sueño en cada vida. Tal vez existan tantos como años. Para mí el último es: <<Saber>>. Creo que es el más largo y el menos realizable