Creo que el arquitecto debe ser un humanista. Su visión debe ser global, universal y por lo tanto local (...) El Arquitecto es un intelectual, por formación y función. Debe ser un técnico, para poder realizar sus sueños de intelectual. Si tales sueños resultan particularmente ricos, vivos y poéticos.
Mi apoyo a que se reduzcan los impuestos es por el efecto que produce en los gastos del gobierno. Considero que el gobierno es demasiado grande y entremetido, que lo que recibimos del gobierno federal, estatal y local no vale lo que pagamos en impuestos sobre nuestros ingresos ni el 10% adicional que cuestan las regulaciones.
Dando un nombre a algo nos hemos limitado a ponerlo en una categoría, y pensamos que lo hemos comprendido; no lo miramos más atentamente. Pero si no lo nombramos estamos obligados a mirarlo. O sea, abordamos la flor, o lo que fuere, con un sentido de novedad, con una calidad nueva de examen: la miramos como si nunca la hubiésemos mirado antes.
El caso es llegar a ser todo lo que somos capaces de ser según nuestra individualidad. El hombre es un ser limitado y ha de resignarse a esta limitación