Que en este mi infortunio está mi suerte: pues llevando mi muerte entre mi vida, es inmortal la vida de mi muerte.
Se ha dicho hartas veces que el negocio es el dinero de los demás. De igual modo podría afirmarse que el poder y la felicidad son el infortunio y la angustia del prójimo
Sin tener qué decir, pero profundamente destrozado, mi espíritu vacío llora su desventura de ser un soplo negro para las rosas blancas, de ser un agujero por donde se destruye la risa del amor, cuyos dos labios son la mujer y el hombre.
La felicidad no necesita ser transmutada en belleza, pero la desventura sí.