El Papa, Frank Sinatra y yo, somos los únicos que hemos logrado silenciar el Maracaná con 200.000 personas dentro
Pero es que basta con silenciar para vislumbrar, debajo de todas las realidades, la única irreductible, la de la existencia.
El destino de quienes han delinquido es inexorable. Ya no podrán nunca ocultar su pasado: Toda la tierra les es de vidrio
Nadie logra mentir, nadie logra ocultar nada cuando mira directo a los ojos