Comprendo mi destino –se dijo al fin con tristeza-. ¡Muy bien¡!Estoy preparado¡ Acaba de comenzar mi soledad última.
Además, para educar un público hay que comenzar por tenerlo, y para tenerlo hay que halagarlo. ¿O es que te resignas a ser el único suscriptor? Un gran diario, es decir, un diario con un gran público, es un partido; cada vintén representa un voto. Y se trata de electores que dan su voto y dinero encima: ninguna política consigue tanto.