Me fascinaba la idea de una familia que quedaba sola en el mundo, rodeada de muerte y de un enemigo ignorado e inalcanzable. Pensé en mí mismo, en mi familia, aislados en nuestro chalet y comencé a plantearme preguntas.
La pintura ilustra un hecho demasiado frecuentemente ignorado por los historiadores
Me niego a vivir en el mundo ordinario como una mujer ordinaria. A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. No me adaptaré de mi mundo. Me adapto a mí misma.
El caballero se culpa a sí mismo, mientras que el hombre ordinario culpa a los demás.
Cuanto mayor es la multitud, más insignificante de la persona.
Recorro España a lomos a bueyes robados. Cualquier delito insignificante si el fin es destruir el fascismo.