Cuando advierto mi inutilidad en el mundo, pienso en aquella tremenda frase de Shakespeare acerca de King Lear, viejo, enfermo y loco: <<Ya no hacía más que usurpar a la vida>>
Mi segunda idea fija es la inutilidad de los hombres por encima de sesenta años de edad y el incalculable beneficio que seria que comerciantes, políticos y profesionales dejaran de trabajar a esa edad.