Un autor, malo o bueno, o entre malo y bueno, es un animal a quien cualquiera se siente con el derecho de atacar. Pues si bien no todos son capaces de componer libros, todos se consideran capaces de juzgarlos.
Una de las mayores tentaciones del demonio es ponerle a un hombre en el entendimiento que puede componer a imprimir un libro con que gane tanta fama como dineros y tantos dineros como fama.