La mayoría de la gente pasa por la vida gastando la mitad de las energías de que dispone en tratar de proteger una dignidad que nunca ha poseído.
Para mí la adopción de hijos por homosexuales no es una cuestión moral, sino científica. En lo que todos estamos de acuerdo es que hay que proteger al menor, y, de momento, nadie en el mundo ha dicho que los niños tengan las mismas condiciones dependiendo de quién los adopte. Ahí tienen la palabra los científicos.