El Budismo enseña la liberación y no la aniquilación; aboga por la disciplina espiritual y no por el torpor o vacío mental. En el curso corriente y personal de la vida debe haber cierto alejamiento, debe haber cierta apertura de una nueva perspectiva en la noción personal si se desea ser verdadero seguidor del Buda.
Soy consciente de ser sólo una persona que lucha débilmente contra la corriente del tiempo. Sin embargo, todavía me queda poder contribuir de tal manera que, cuando la teoría de los gases sea de nuevo reavivada, no tarde demasiado en ser redescubierta