Deseaban verlo, tenerlo, y también deseaban sentir su ausencia, la tristeza de no poder hablarle, y el vuelco jubiloso en el corazón al verle aparecer de nuevo.
¡Alabad el árbol que desde la carroña sube jubiloso hacia el cielo!
Durante cierto tiempo puede uno estar alegre interiormente, pero a la larga la alegría deben compartirla dos
Una alegre mañana la vida nació, en las sombras de un amanecer muerto.