Me dijeron por radio que necesitaba estar delante de él (Vettel). No podía creerlo. Pero en la última curva pude pasar a Glock. Sólo puedo dar gracias a Dios
No tenía motivos para quejarse, sino para dar gracias a Dios, que con sus palabras tranquilizaba su corazón y con su misericordia dirigía el camino de su vida.
Debemos reconocer como maestros de las palabras tanto a los que saben abusar como a los que saben hacer buen uso de ellas, mas éstos son los reyes de la lengua y aquéllos los tiranos.
Como bien se ha dicho, la aprobación de la reforma constitucional que permite la reelección inmediata del Presidente cambia radicalmente el escenario político. Lo primero que hay que reconocer es que los contradictores de la reelección perdimos en franca lid. De nada sirve rasgarse las vestiduras, ni ponernos a llorar. En la democracia, como en la vida, hay que saber perder.