No es valiente aquel que no tiene miedo sino el que sabe conquistarlo.
El valiente descansa.
La sabiduría se preocupa en ser lenta en sus discursos y diligente en sus acciones.
Siempre he dicho, y siempre diré que la lectura cuidadosa y diligente del Libro Sagrado produce mejores ciudadanos La Biblia produce las mejores personas del mundo